La actividad periodística en México se muestra en distintas caras; en cada periodista se van plasmando los rasgos de su estilo, y con la cotidianidad sus rostros se vuelven familiares; así es común que, asociemos a cada semblante de estos personajes, una serie de opiniones acerca de cómo interpretan los hechos y cómo validan lo que es falso o verdadero. De tal forma que cada rostro de estos periodistas se convierte en su carta de presentación. Vemos así que hay caras muy conocidas, que en automático nos dicen si mienten o hablan con la verdad. Ejemplos los tenemos en periodistas como Joaquín López Doriga cuya imagen inmediatamente simboliza la “verdad oficial” o Pedro Ferriz de Con cuyo semblante expresa la “opinión moral” de las conciencias bien formadas.
Sin embargo, hay otros periodistas que, sólo en apariencia, sus rostros encarnan un periodismo independiente e imparcial; es el caso de la Sra. Carmen Aristegui que por diversas circunstancias se ha ganado la simpatía del público, en especial de los sectores con ideología izquierdista. En concreto, la escasez de periodistas con ética en México ha hecho que unos cuantos trabajos sobresalientes de investigación apuntalen a la Sra. Carmen Aristegui como un personaje a tomar en cuenta dentro del ambiente de los medios de comunicación.
Los lectores oposicionistas al gobierno siempre están ávidos de escuchar las opiniones de esta periodista, y los gobernantes en turno constantemente se ven afligidos por no ser expuestos ante su público, de tal manera que la cara de esta periodista puede despertar simpatía o antipatía dependiendo de quien la observe. Sin embargo, ¿es posible que en el periodismo existan dobles caras? La respuesta es sí.
El caso del trabajo periodístico de la Sra. Aristegui demuestra que con un poco de astucia es factible que se pueda engañar al público y al mismo tiempo preservar una posición de ataque frente al gobierno. Dicha aseveración podemos sustentarla al observar que el portal de noticias Aristeguinoticias.com es patrocinado con publicidad oficial del gobierno federal a través de la sección viajes. El modo de operar consiste en hacer pasar como nota periodística una nota publicitaria de Visitmexico (órgano dependiente de la secretaria de turismo), lo cual implica opacidad en el manejo de la publicidad gubernamental. La pregunta exasperada que los simpatizantes de la Sra. Aristegui se estarán planteando es:
¿Y qué de malo tiene que el gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto se anuncie en el portal Aristeguinoticias?
La respuesta obviamente no saldrá de la boca de ésta periodista, cuya fluidez verbal se ve frenada cuando tiene como entrevistados a gobernantes de izquierda que se ven eximidos de fuertes cuestionamientos (véase última entrevista al jefe de gobierno Miguel Mancera).
El proceder de la Sra. Carmen Aristegui es claro: hacer investigaciones periodísticas que pongan en jaque al gobierno para satisfacer a su público de izquierda, y después obtener un margen de negociación para vender espacios publicitarios al mejor postor gubernamental. De ésta manera el objetivo primordial de informar a la población, sin importar preferencias ideológicas, queda relegado por un periodismo lucrativo con doble cara que saca provecho al realizar un juego perverso, donde la única regla existente es defender los intereses económicos propios, relegando el interés de informar sin que el público sea utilizado como fuente de chantaje.
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Lamentablemente mucha gente se va con la finta como coloquialmente se dice,pero a ultimas fechas ya enseño el cobre…el mismo caso julio hernández a quien mucha gente lo pontifica .
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